miércoles, 9 de abril de 2008

POETA DESCONOCIDO: JORDI BERMEJO GREGORIO

Autobiografía


“Sé de un lugar donde brotan las flores”, los carrascales siguen impetuosamente verde encina y las amapolas siguen camufladas entre el trigo. Allí me hice yo, Jordi Bermejo Gregorio, exiliao cada vez que piso la ciudad. 20 primaveras coronadas ya y alzadas en Sant Sadurní d’Anoia, la verdadera vila del Penedès. Yo me hice tostao con piel catalana y alma aragonesa entre soles, trigos y lagartos y entre viñas, fútbol y calle, que son mis amigos. A veces pienso que debería haber nacido 20 años antes pero no escribiría esto, así que no. Practico el balompié (en la actualidad en el mismo Sant Sadurní) y no pretendo dejarlo ni harto vino. Algo parecido me pasa con la poesía y el teatro: los practico en el campo y no permitiré que ninguna lesión me retire.
“Soy a muerte lo ibero” y no he salido de la Península. Prefiero hacerla mía antes que saltar a los confines del mundo. Es complicao esto de hacerse una biografía: siempre se te saltan cosicas. Pero lo importante es más la impresión que no los datos, ¿verda? Pues ale.
Solo me falta hablar de mis oídos literarios, ahí van. Me encanta la buena música, venero a Triana y a Manolo García y me levito gracias al reggae. Soy creyente en un solo dios, JAH. Paralelamente me sedujeron la épica medieval, el Siglo de Oro, parte del grupo del 27 y fervientemente Miguel Hernández.
En esta vida (que no en este mundo) solo anhelo la naturaleza, es decir, el equilibrio divino, terrenal, material, espiritual y puro.
Ah, soy portero y aficionao del Real Zaragoza।


Apunte crítico

La presentación de este poeta ya la ha realizado él mismo, a su vida poco puedo añadir – ni debo. Cada uno se expresa en este espacio con libertad. Pasemos ahora a comentar su condición de poeta.
Lo primero que se observa en el autor del Penedès es el gusto por lo más clásico; lo sé, los que me conozcan ya pensarán que me he vuelto loco, por mi poca inclinación hacia este tipo de poesía pero resulta que el problema me surgió leyendo los versos de Jordi: encontré en ellos algo más que métrica, rima y un locus amoenus casi febril, y no pude excluirlo. Aquella apariencia tradicional encerraba algo, quizá la finura propia de un autor del S. XXI junto con unos ecos líricos excepcionales. Versos como “ O vienes o te quedas,/pero envíame una carta de vida” me hicieron levantarme del asiento e incluirlo en este modesto espacio. Todavía no he conseguido dar con el quid de algunas composiciones de este estudiante de Filología, aunque mis indagaciones van por buen camino.
Alguna crítica me gustaría realizarle: quizá forzar más de la cuenta alguna rima le sale caro, “ Ya aburrí tu voz tecnológica,/sólo hace que uno este solo/ y asaltan las razones de la lógica”. Usar dos palabras de la misma raíz ( logos) no me acaba de agradar. Y a Jordi supongo que tampoco. Se lo perdonaré por ser un poema escrito hace ya algunos años. Sé que su poesía – la mía, la de todos- se va depurando, y él me lo demuestra.

Me gustaría apuntar sólo una cosa más: Jordi está incluido aquí porque no encontraréis otro igual que él ( me explico: todos los poetas de esta muestra –¡hago un canto a las poetisas que se animen!- son diferentes pero Jordi más aún. Es nuestro particular rara avis, y con mucho orgullo de tenerlo aquí).

Debería haber añadido algún poema más de Jordi Bermejo Gregorio, pero prefiero publicar sólo uno. Creo que resulta el más atractivo y el que mayor refleja el futuro que puede tener este gran poeta. Sin demorarme más, os dejo con él y con sus versos.

GENERALES DE LAS FLORES

¿ Estamos a jueves, y qué?
Tú no sabes lo que es el tiempo,
no sabes que es un campo minado
y no sé si te lo quiero enseñar.

Error o acierto.
Nadie se lo preguntará.
Sólo existirá una zarpa sangrienta
pintada de cantos de grillos.

¿ Eres tú la que llama?
Añoro tu pelo mezclado con el viento.
¿ O es aquella la que calla?
Anhelo más el vibrar de un canto.

O vienes o te quedas,
pero envíame una carta de vida.
O saltas o te caes,
más que quema siempre la duda.

No soy peonza de madera
ya que las vueltas me sobran.
Sólo tengo un palo de tela,
ha congreso de poetas sonarán.

No surcaré mares por flores,
el exceso de agua le quita encanto,
ni navegaré cielo con torres
destierro campos y clavo el canto.

Sólo dame una cuerda,
yo ya echo las letras y letras.
Aún saben ellas quien pierda
será daga clavada blanca...

Me niego a ser de la sombra.
Me sentaré a ver ríos y lagos
si zarpan ranas con niños
a ver si cuelgan ya los patos.

Madre de huracán surge la tierra.
Enterada está del fugaz respiro
ya que oye las rachas del mar
cuentos que nunca llegaron a los pinos.

Ya me cansé de ti.
Ya aburrí tu voz tecnológica,
sólo hace que uno este solo
y asaltan las razones de la lógica.

Busco anhelo y repito.
Ensancho la vía de tu tren
que cree haber topado con un pico:
te niego el paso, te hace su rehén.

Y flores para una amiga,
joyas de piedra todas para ella.
Nada pide y todo lo da,
arrasó su casa por una estrella.

Días ha que te definí,
horas exploté imaginándote,
meses tardé en llamarte,
segundos arderán al verte.

Puede ser dulce la luna
o puede ser rubio el sol.
Nadar en ríos de lana
o guardarse todo en formol.

Estaciones pasan de largo.
Yo no dejo mi rama de olivo
Mas agarro fuerte el palo.
Sangraré antes de dejarla en el olvido.

Se que encontraría sentada,
cruzada de brazos y cabizbaja.
Tu sonrisa que se alejó fue ahogada:
no temas niña,
tus mechas doradas surgen libres,
el cielo empaña tus lágrimas,
mis cabellos pardos esperarán tus dedos.
Nadie sucumbirá a tus llantos.
Anda vente conmigo un rato,
conozco un mundo verde que ni Dios tendría.
sería ese lugar santo, llamado el campo.


Diciembre de 2005

©Jordi Bermejo Gregorio


(*) PRÓXIMAS ENTREGAS: Ciclo Mis poetas desconocidos: DAVID CARRILLO RANGEL