domingo, 20 de julio de 2008

SENTIMIENTOS

Precioso momento, ¿ verdad?





Fuente: http://flickr.com/photos/rafa3r/140439906/



Esto va por ti y por tu sonrisa, pequeña

-Rafa Banegas-

Ya está perdido aquello que no fue.

-Ismael Serrano-


Hoy no habrá aquí un poema. No habrá una reseña sobre ningún autor y tampoco sobre ningún libro. Hoy no es el día. Como decía un poeta catalán de cuyo no nombre no me acuerdo - pero quiero acordarme-, la poesia ve després.
Los hombres - y digo hombres cuando quiero decir hombres- sólo sabemos realizar dos cosas: la primera, perder el tiempo. Esto no sería ningún problema por si solo, la cuestión es si haces daño a alguien con esa afición absurda. La segunda - más urgente, más vital- es no demostrar a quién queremos en el momento en que sentimos eso dentro de nosotros. ¿ Por qué nos hemos callado tantos Te quiero que nos hubiera encantado pronunciar?, ¿ por qué hemos dejado pasar el tiempo, dejar que aquello que estaba tan adentro se consuma hasta convertirlo en algo que duele?, ¿ por qué?, ¿ por qué no besar a aquella mujer con la que te morías de ganas de compartir una copa y una vida?
La verdad, yo tampoco lo sé; yo he cometido el mismo pecado al que en estas líneas pongo verde. Y lo hago pensando en un caso en concreto; una mujer, una mujer perfecta, una mujer a la que querido y, aún sabiendo que ella sentía lo mismo, jamás me atreví a acercarme a su casa, picarle al timbre, que bajara, decirle todo lo que sentía y besarla. Jamás. Y ahora me arrepiento, me arrepiento tan infinitamente que he tenido que soltárselo todo hoy. Que la he querido, que no se qué me impidió actuar. Pero claro, he tenido que preguntarle también por su novio. Sí, tiene novio. Cómo no iba a tener la pobre chica si nunca pasé a la acción ( verbal y carnal); si fui - y soy- un gilipollas. Sólo me he atrevido a pedirle disculpas. Mi oportunidad pasó y yo, como siempre, no supe aprovecharla.
No puedo negar que todavía sueño con ella, que a veces fantaseo con poder tenerla al lado en algunas situciones; al momento, por eso, pongo los pies en el suelo y lloro, porque sé que no actué bien, que no debo molestarla más, y que ella - por desgracia- no me quiere ya. Pero me lo merezco. Ella mostró sus sentimientos, me lo puso fácil, y yo... la cagué.
Ahora me dedico a perder el tiempo y sigo sin demostrar que, en el fondo de mi corazón, quiero a muchas personas- algunas en especial- y no lo demuestro. Hasta que las pierda. También, de tanto en tanto, creo librarme de mis culpas escribiendo poemas - otra magnífica forma de perder el tiempo-.

Y para acabar, si me permiten un consejo - con lo poco que me gusta recibirlos y lo bien que se me da darlos-, corran, salgan a la calle, busquen a aquella persona a la que quieren y no dejen que pase ni un minuto más sin saber lo que sienten por ella. Sean cuales sean las circunstancias. Aunque creas que no le hará caso. Aunque tenga pareja. Aunque creas que le odia.

De verdad, háganlo, antes de que el tiempo nos coma las orejas.

Un beso, pequeña.

Rafa Banegas, 20 de julio de 2008